No te pierdas ninguna oportunidad de inversión
La Bolsa Social es una comunidad abierta de inversores y empresas que nace con la vocación de contribuir a crear una sociedad mejor, más armónica, dinámica y sostenible, que integre a todos sus miembros y cuide del medio ambiente. Apoyamos proyectos de empresas jóvenes que tienen la vocación de producir un impacto positivo, y las unimos con inversores que buscan una doble rentabilidad: económica y social. Por eso nos sumamos al compromiso con los Objetivos de Desarrollo Sostenible fijados por la ONU en 2015 (ODS) para terminar con la pobreza, proteger el planeta y asegurar prosperidad para todos.
Nuestra sociedad se enfrenta al reto capital del envejecimiento de la población. Se están produciendo innovaciones tecnológicas y progresos científicos que tienen potencial de desarrollar nuevas soluciones para enfermedades y dolencias.
La sociedad quiere ser inclusiva, ofreciendo soluciones a sus miembros más vulnerables, en particular a las personas con discapacidad y de la tercera edad. Una sociedad saludable requiere, además, el desarrollo de una alimentación y hábitos saludables.
La inversión en educación y cultura es fundamental porque tiene un efecto multiplicador sobre la sociedad. Garantizar una educación de calidad, así como el acceso responsable y consciente a la cultura, es imprescindible para asegurar el desarrollo adecuado de las personas y una sociedad con valores e integradora de todos sus miembros.
Las nuevas tecnologías (“edtech”) permiten desarrollar herramientas educativas que potencien el desarrollo del talento de los niños de manera inclusiva y adaptada.
Además, es necesario desarrollar e implementar metodologías eductativas innovadoras para hacer frente a los retos que implican los cambios que provocan las tecnologías digitales y la futura configuración del mercado de trabajo.
De 1950 a 2015 la población mundial ha crecido de 2.5 billones a 7.3 billones. Se prevé que seguirá aumentando en más de mil millones de personas en los próximos 15 años, llegando a 8.500 millones en 2030 y 11.200 millones en 2100.
El crecimiento de la población enfatizará aún más la escasez de recursos en un mundo finito y demandará estrategias efectivas para asegurar una producción y consumo responsables, con acceso al agua limpia y sistemas integrales de reciclaje de residuos.
Nuevas fórmulas de producción y consumo como la agricultura sostenible, el consumo de proximidad y las propuestas de economía circular, pueden dar soluciones adecuadas en este sentido.
La huella del ser humano en el sistema climático es clara y está creciendo. En la Conferencia del Clima de París 2015 (COP21), 195 países adoptaron un acuerdo climático global para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero para limiar el aumento de la temperatura global a 2ºC por encima de los niveles preindustriales.
Por otro lado, en 2014, el 54% de la población mundial residía en zonas urbanas y se prevé que esta cifra aumentará al 66% para 2050, lo que representa un crecimiento de la población urbana de 2.500 millones de personas.
El futuro de las ciudades conlleva desafíos sociales y medioambientales. Los retos en este campo son enormes, como crear ciudades más sostenibles, reducir la contaminación industrial, desarrollar fuentes de energía no contaminantes y accesibles para todos, así como lograr una agricultura que sea sostenible para responder a la demanda creciente de un modo respetuoso con la naturaleza. La puesta en marcha de innovaciones científicas y tecnológicas (bioagricultura, IoT, smartcities, etc) pueden ofrecer nuevas herramientas para dar soluciones concretas y durables a estos retos.
Una sociedad avanzada tiene muy presente que el progreso debe ser compartido y alcanzar a todos sus miembros. Por ello es preciso apostar por proyectos empresariales que, con un fuerte componente de innovación social y apoyados en soluciones tecnológicas, promuevan la integración social y laboral de todos los miembros de la sociedad, en particular las personas con discapacidad y otros colectivos vulnerables, como jóvenes, mayores y migrantes.
Asimismo, una sociedad avanzada desarrolla soluciones solidarias para contribuir a resolver los desafíos de los países en desarrollo.